¡Claro que si! Que hagas ejercicio delante de tus hijos es maravilloso, no siempre podrás completar la práctica, seguro que al principio te frustras, seguro no… segurísimo, pero podrás hacer unos minutos y eso es lo más importante. Fíjate como ya con esto puedes empezar a trabajar tu flexibilidad mental. Además al principio seguro que quieren estar contigo por la novedad. Poco a poco puede que se animen a practicar también o puede que no les llame tanto la atención y te den un poco de margen para hacer la práctica.