Hay que empezar poco a poco, Roma no se construyó en un día y toda una vida sin hacer deporte puede parecer un obstáculo muy difícil de derribar. Ajusta tus expectativas y empieza por ejercicios fáciles que te ayuden a coger una rutina y seguro que antes de lo que esperas esa fatiga va disminuyendo. En esos casos el objetivo debe ser la constancia más que completar la práctica, ponerte un poco cada día hará que avances (lento pero seguro).