Objetivo: Visualizar un lugar seguro y relajante donde puedas encontrar calma y tranquilidad. Esta visualización te permitirá conectar con un espacio mental de serenidad y autocuidado, al que puedes “acudir” siempre que lo necesites.
Instrucciones:
- Encuentra un lugar cómodo: Siéntate o recuéstate en un sitio tranquilo, donde no tengas distracciones. Cierra los ojos, coloca una mano sobre el pecho y respira profundamente varias veces para relajarte.
- Imagina tu lugar seguro: Piensa en un lugar que te haga sentir tranquila y protegida. Puede ser un sitio real, como un rincón especial de tu casa, una playa tranquila o un bosque lleno de árboles altos. También puede ser un lugar imaginario, creado solo para ti. No importa cómo sea, lo importante es que sea tu refugio, un espacio donde te sientas completamente en paz.
- Visualiza los detalles: Observa cada aspecto de este lugar. ¿Qué ves a tu alrededor? Puede ser el color del cielo, la textura de la arena o las hojas de los árboles moviéndose con el viento. Trata de imaginar cada detalle de este espacio: los colores, las formas, la luz.
- Siente los sonidos y olores: Escucha los sonidos que te rodean, como el murmullo de las olas, el canto de los pájaros o el crujido de las hojas. ¿Hay algún olor agradable? Quizás el aroma de la hierba, del mar, o de una vela perfumada. Permítete disfrutar de esos aromas y sonidos.
- Conecta con la sensación de tranquilidad: Siente cómo este espacio calma cada parte de tu ser. Imagina que todo tu cuerpo se relaja mientras estás en este lugar seguro, como si toda tensión y preocupación se disiparan en el ambiente.
- Abrázate en ese lugar: Imagina que estás abrazada por el espacio y, si quieres, abraza tus hombros o coloca las manos sobre el pecho. Siente el abrazo como una forma de autocuidado y de amor hacia ti misma. Respira profundamente y permítete sentirte segura, protegida y valorada. Puedes decirte frases como “Aquí estoy segura” o “Este es mi refugio, aquí puedo descansar”.
- Respira profundamente y permanece en el lugar por unos minutos: Disfruta de estar en este espacio. Inhala y exhala lentamente, permitiendo que cada respiración te sumerja más en la calma y la paz de tu lugar seguro.
- Regresa lentamente a la realidad: Cuando estés lista, comienza a mover lentamente los dedos de las manos y los pies. Mantén los ojos cerrados un instante más, sabiendo que puedes regresar a este lugar seguro siempre que lo necesites. Cuando te sientas preparada, abre los ojos y tómate un momento para volver al presente, llevándote esa paz y serenidad.
Este será el lugar al que recurrirás siempre que lo necesites. Cuando necesites parar y encontrar tu paz, tu espacio y lugar seguro.
👇🏻 En comentarios, si quieres, puedes compartirnos cómo es ese lugar seguro. Te recordamos que somos un espacio seguro y que cuidamos y protegemos tu energía.