Aprender a enseñar yoga no es solo adquirir conocimientos, sino desarrollar una capacidad profunda de escucha: hacia los demás y hacia nosotras mismas.
- Escuchar al cuerpo: Observar cómo se siente, qué necesita y cuándo es momento de descansar.
- Escuchar a los alumnos: Entender lo que cada persona necesita más allá de lo que dicen las palabras.
- Escuchar al momento presente: Cada clase, cada sesión, es una oportunidad única de aprendizaje.
Para enseñar bien, primero debemos aprender a escuchar con atención plena, sin juicios ni prisa, desde la empatía y la presencia.