El verdadero yoga no termina cuando enrollamos la esterilla. Se refleja en cómo nos relacionamos, en cómo gestionamos los desafíos y en cómo vivimos cada momento con presencia y propósito.
Más allá de la práctica física, esta formación te invita a integrar el yoga en cada decisión, cada interacción y cada experiencia.
Este camino que has emprendido no solo te dará herramientas para enseñar yoga, sino que será una experiencia que cambiará la forma en que te relacionas contigo misma y con el mundo.
Bienvenida a este camino.